MIÉRCOLES, 17 DE AGOSTO DE 2022 |
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Guiseppe Cipriani, extraordinario camarero y maitre fundó, en los años 30, el mítico Harry’s bar en Venecia. Mucho antes de que Ernest Hemingway se hiciera asiduo del famoso bar, Cipriani contaba entre sus clientes con la condesa Amalia Nani di Moncenigo quien, por consejo de su médico, no comía carnes cocinadas. Para dar gusto a la condesa, Cipriani ideó una fórmula que consistía en finísimas láminas de carne de buey cruda acompañada por una sencilla salsa que hacía atractivo y sabroso el bocado: el carpaccio. Bautizó así este plato en recuerdo del pintor veneciano del quattrocento Vittore Carpaccio.